Damas Marchando
Parte de la individual Dama Roja Vestida de Verde.
Por más de quince años he trabajado el tema de nuestro
vínculo con la tierra a través de la observación a la naturaleza y el registro
en base a las experiencias de quienes la habitan. Considero que, buscando
nuestras conexiones comunes, logramos crear una empatía con los demás miembros
de una casa común, que es nuestro planeta.
La Amazonía Peruana, cubre alrededor del 60% de
nuestro territorio nacional, y bajo ella, existe una tierra arcillosa de color
rojo, que inspiró el nombre de la ciudad de Pucallpa. En quechua: Puka Allpa;
en shipibo: May Ushin. Es decir, ’Tierra roja’
Siendo este mi lugar de nacimiento, ha forjado desde
mi niñez mi diálogo con la tierra, el cual gira en torno a la Amazonía, lugar
donde hasta los árboles tienen madre. Ahí, las mujeres siguen la tradición de
esculpir, tejer y bordar el algodón de sus bosques y el cultivo. La cultura y
tradiciones suelen pasarse de generación en generación, de madres a hijas, de
abuelas a nietas.
Las que caminaron en estos espacios antes que yo,
gozaron de su belleza y sabiduría, pero a la vez sufrieron los conflictos y
realidades de sus tiempos.
La tierra, como elemento de mi trabajo, ha sido
recogida literalmente del suelo, donde han dado pasos generaciones de
antecesores. Así como ha sido lugar de caminos que han visto el terrorismo,
narcotráfico, asesinatos y desapariciones y a la par han acompañado a familias,
esperanzas y progresos.
Las niñas que marchan se inspira en una fotografía
tomada a inicios de los 70’s, durante una marcha escolar en las calles no asfaltadas
de Pucallpa, en las que mi madre participaba. Esta clásica tradición de marcha
militar que hacemos en los colegios peruanos por celebración de fiestas
patrias, alcanza un significado particular cuando son todas mujeres y parte del
mismo material que pisan. Tomando conciencia sobre la delicada realidad que
atraviesan las mujeres en el mundo, siento que nos representan a todas, las que
estuvieron y estarán afirmando el camino y a las que vienen detrás.
Por generaciones, la Amazonía ha sido olvidada por las
autoridades y vista como una masa verde inhabitada, sin culturas, tradiciones,
carencias y necesidades. Este discurso se veía reflejado en los textos
escolares y universitarios, en los que el estudio del territorio más extenso de
nuestro país, estaba en muchos casos ausente.
Esta muestra busca visibilizar las realidades del
espacio geográfico de la Amazonía, como figura de características asociadas a
lo femenil, que abarca en ella a todas las demás figuras relacionadas, que
luchan en sus vastas tierras. Como un espacio fértil, orgánico y diverso que
lejos de estar en una espera pasiva, se encuentra en constante movimiento y
diálogo con el mundo, buscando ser escuchada.
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